miércoles, 6 de abril de 2011

Así no se llega a la fama!

Yo, siempre he sido una artista wannabe, toda mi vida he amado cualquier cosa que tenga que ver con la música, actuación, pintura, baile, y afines... Toda mi niñez (y confieso que adultez también) he practicado el discurso perfecto para el momento de aceptar mi tan merecido premio, generalmente Grammy (como mejor artista revelación), aunque siempre aplica a cualquier premio, incluso he amaestrado el arte infalible de la cara de sorpresa, donde a veces logro sacarme una lagramita de emoción. La cara de "perdedora con gracia", bueno, la he practicado una sola vez, porque mi triunfo sobre los demás "artistas revelación" es absoluto!

Pero qué pasa? Que es imposible triunfar en el mundo artístico en esta vida cuando tu primer nombre es nada mas y nada menos que... MARÍA! Porque, seamos sinceros, la única María famosa que yo conozco es La Virgen, y vaya que en esta época ya eso no se usa.

De otras Marías famosas, están La del Barrio, Mercedes y la del Mar, que terminó siendo Marimar, protagonizadas las tres por Thalía. Ahora, ven??? Esa vaina si es un nombre que está predestinado a alcanzar la fama (en el peor de los casos un tubo de stripper), eso si tiene catch, "Y con usteeeedessss, Thalía!". Si, ya se que es un ejemplo súper niche, pero vayamos un poco mas allá.

Shakira, Cher, Madonna, Britney y Beyoncé (el amor frustrado de mi esposito), eeeesos si son nombres que no tienen opción si no a la fama, tu no vez ninguna operadora de teléfonos, o auxiliar de odontólogo con un nombre así.

Al parecer en mi familia (por el lado de mi mamá) les dio por llamarnos a todas así, yo no se si tenían como plan final, iniciar una nueva religión y terminar montando un convento, pero terminamos con, Marias de todas las edades y variedad de segundos nombres, Eugenia, Antonia, Leticia, Angela, Alicia, Gabriela, Carlota, etc... Afortunadamente a casi todas nos llaman por el segundo nombre o algún sobrenombre (que ninguno aplica para el estrellato)

Está historia se verifica, con la última de las tragedias que me pudo pasar, solo por llevar el karma de tener fulano nombre, en la que mi estrellato terminó siendo estrellada, cuando una de las Marías (que optó a la fama detrás de la cámara) me encasquetó un traje de enfermera, y después de varios intentos, terminé corriendo por un pasillo de un hospital con un hombre inconsciente en una camilla, gritando desesperada, en impecable acento mexicano "PRONTO, HAY QUE AYUDAR A ESTE HOMBRE, SE ESTÁ MURIENDO!"